Mujeres del Frente Renovador se enfrentaron al personal de seguridad de la Cámara de Diputados, cuando intentaban ingresar al recinto a presenciar el debate de la reforma política, que incluye la incorporación de la paridad de género.

Las militantes estaban coordinadas por Marcela Durrieu, suegra de Sergio Massa, y tras manifestarse desde temprano afuera del Congreso, lograron ingresar al palacio tras fuertes discusiones con la seguridad de la Cámara.

Desde su asunción como presidente, Emilio Monzó impide que haya público en las sesiones, como era habitual durante el kirchnerismo. Pero la massistas decían tener invitación de los diputados de su bloque y presionaban para ingresar. 

El problema fue cuando llegaron al segundo piso y la seguridad de la Cámara quiso explicarles que no podían pasar al Salón de Pasos perdidos, reservado para asesores y periodistas. 

Lideradas por Durrieu, las militantes se abalanzaron contra la puerta y tras forcejear, los custodios la cerraron por la fuerza. Sólo un grupo quedó adentro del Salón y pronto recibió la solidaridad de diputadas mujeres de todos los bloques, como Claudia Rucci y Teresa García. Carlos Kunkel también le pegó varios gritos a los custodios. 

"Nos dijeron que íbamos a poder pasar a (el salón) Pasos Perdidos pero nos encontramos con este atropello", protestó una de las manifestantes que dijo trabajar para la diputada Graciela Camaño. 

Rucci volvió al recinto y le pidió a Monzó que les permita a las diputadas acceder a las gradas, "que ocupen los palcos que son del pueblo porque para eso están" expresó.

Monzó le aclaró que en labor parlamentaria quedó establecido que los palcos no se usaban y que "como gesto" les permitieron acceder al Salón de los Pasos Perdidos. "Gentilmente le ofrecimos pasar a ese lugar" dijo el presidente de la Cámara. Y ahí se quedaron.